Área técnica de BITO Sistemas de Almacenaje
12/05/2022La robótica móvil se está implementando rápidamente porque los vehículos de transporte autónomos (AGV) se adaptan de forma muy flexible a las operaciones logísticas de cada empresa, lo que acelera la digitalización de los procesos logísticos. Los AGVs permiten desde la automatización completa del almacén hasta resolver la operativa de un área muy específica. Además, gracias a su flexibilidad y facilidad de configuración, los AGVs son cada vez más utilizados en infraestructuras de automatización tradicionales, en vez de los sistemas de cintas transportadoras.
Está claro que la robótica aumenta la productividad de los procesos y reduce la tasa de fallos y rechazos. En sectores como el e-commerce ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad para poder cumplir los requerimientos del cliente en cuanto a la entrega a un coste razonable.
Sin embargo, antes de acometer una inversión de este tipo es conveniente determinar previamente si la automatización robótica es la opción más adecuada. Lo mejor es tener en cuenta si se cumplen una serie de criterios y hacerse las preguntas adecuadas:
Características de las naves, instalaciones, equipamiento de los almacenes que queremos automatizar, para evaluar si los robots son una buena opción cuando podemos encontrar elementos como escaleras, rampas, varios niveles, accesos complejos, etc.
Estos vehículos de transporte autónomo se utilizan básicamente para mover contenedores y cajas en instalaciones de producción, almacenes y centros de distribución. Normalmente incluyen accesorios que los adaptan a los requisitos especiales de los productos, pudiendo manipular materiales de volumetrías complejas. Por ejemplo, en la industria de la automoción, los AGVs trasladan piezas y componentes como asientos de automóviles o alerones. O bien en el comercio electrónico, interconectan diferentes áreas. Pueden funcionar también como almacén regulador intermedio, facilitando que las áreas de fabricación no se vean desordenadas o incluso bloqueadas por las mercancías, actuando el sistema como secuenciador o almacén temporal en movimiento. El LEO AGV de BITO incluye en su estructura una mesa de rodillos motorizados para interconectar conveyors existentes, lo que representa una alternativa ideal a las cintas transportadores largas con bajas cadencias. Frecuentemente, una cinta de transporte fija implica la ocupación del espacio disponible en el suelo, y en este sentido, LEO AGV hace el mismo trabajo sin bloquear el espacio y mantiene la misma fiabilidad en el transporte de suministros.
Todo proceso logístico asociado a la fabricación implica asegurar el flujo óptimo desde el almacén de materias primas hasta el de productos acabados. Este transporte de suministros y mercancías entre áreas requiere que cada máquina y estación de trabajo reciba en el momento adecuado la cantidad precisa de todas materias primas y materiales requeridos. Por ejemplo, industrias donde el manejo de piezas pequeñas o de muchas referencias distintas es constante, como la electrónica, la ingeniería industrial, la industria farmacéutica, la automotriz, o el comercio electrónico, son entornos óptimos para incorporar soluciones AGV.
Es importante asegurarse de que la inclusión de los AGVs cumple con los requisitos y normativa de seguridad vigentes, para garantizar que en ningún momento ni caso se pone en riesgo a los trabajadores de la empresa. LEO AGV cumple con la normativa de seguridad vigente.
Hay que analizar también el impacto que la robotización puede tener sobre los trabajadores de la empresa que están en relación directa con estas soluciones. Las interacciones con los robots, especialmente al principio y cuando no existe costumbre, pueden resultar extrañas e incómodas, de modo que es aconsejable facilitar al empleado las circunstancias adecuadas para que la colaboración “usuario- máquina” tenga las menores incidencias posibles.
Para la utilización de AGVs como el LEO AGV de BITO, uno de los más sencillos e intuitivos del mercado, no es precisa una formación especial. El vehículo se desplaza siguiendo una pista óptica aplicada al suelo, creando un circuito previamente señalizado, que se adapta fácilmente en función de nuevos requerimientos. El LEO AGV “lee” mediante sus sensores ópticos las instrucciones codificadas en los marcadores del suelo. Igualmente, puede ser controlado mediante una tablet para comunicarle los puntos de destino, o bien con lectores de códigos de barras.
Evaluar que la implementación permita la flexibilidad y la escalabilidad es clave para garantizar que el proyecto inicial pueda ampliarse y trasladarse fácilmente a otras áreas, o bien dotar de mayor envergadura el mismo proyecto (lo que implica establecer un periodo de prueba de funcionamiento para la adecuación de todos los elementos). LEO AGV se ha desarrollado para ser gestionado mediante un control descentralizado, con el objetivo de mantener bajos los costes y el esfuerzo. Gracias a poder trabajar con una infraestructura mínima es posible un alto grado de autonomía del cliente. Con todo, en el caso de proyectos grandes y complejos con docenas de vehículos, el control de LEO también se puede centralizar. Por ello BITO ha confiado en sistemas de conexión estándar que permiten soluciones individualizadas para cada cliente. Por ejemplo, LEO AGV puede ampliarse con sistemas de gestión de almacenes (WMS). Incluso, para aumentar el rendimiento de la memoria de LEO, el sistema estándar puede ampliarse añadiendo tecnología de asistencia, como una SmartBox. Una vez conectada con la estación de recogida, la SmartBox comunicará toda la información de la ruta directamente a los vehículos LEO a través de Bluetooth y después será el propio LEO que irá tomando las decisiones en función de los marcadores QR instalados en suelo.
Otro aspecto importante es la futura integración de la solución de robótica con los otros sistemas informáticos de la empresa (gestión logística, operativa comercial...) para asegurar la funcionalidad de estos últimos. Por ejemplo, el LEO AGV de BITO puede integrarse en cualquier proceso operativo en muy poco tiempo, ya que su instalación, tipo Plug & Play, es rápida e intuitiva, y no precisa de una conexión WLAN ni de ninguna otra infraestructura informática. En menos de 30 minutos queda totalmente listo para su uso, y los empleados son capaces de gestionar el sistema por sí mismos.
La amortización de estos equipos depende mucho de las prestaciones de los mismos. En el caso del LEO AGV de BITO, la amortización es de las más rápidas del mercado, incluso en menos de 12 meses, gracias a sus bajos costes de puesta en marcha y a su óptima escalabilidad. LEO AGV dispone de un programa llamado LEO Test Kit para que los clientes puedan testar, sin compromiso, el sistema durante 4 semanas en sus propias instalaciones y valorar si es la solución óptima para sus necesidades.
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